Encontrar una oportunidad laboral para quienes acaban de finalizar su formación siempre es algo complicado. Descartando algunas salidas profesionales que se mantiene firmes como generadoras de empleo, el mercado laboral actual en España no es muy esperanzador para los más jóvenes. A la compleja tarea de buscar trabajo, a veces se le suma la falta de un objetivo profesional, lo que dificulta establecer prioridades y expectativas realistas que nos permitan crecer. Sea cual sea la meta fijada, cualquier empleados suele recorrer tres importantes fases en su carrera profesional : SER – HACER – TENER.
De forma natural, el camino se inicia con formación y aprendizaje. En la etapa SER la preocupación es la de adquirir conocimientos y desarrollar competencias. No me refiero solo a la formación reglada, incluyo también el proceso de transformación que experimenta el ser humano cuando aprende algo nuevo. Nunca deberíamos dejar esta fase, es conveniente como trabajadores mantener la curiosidad por el conocimiento y el deseo de progreso continuo si no queremos que nuestro perfil acabe desfasado y fuera del mercado laboral. Como lo explica muy bien Pablo Laso, entrenador del Real Madrid de Baloncesto cuando habla sobre su reciclaje constante y adaptación al juego moderno.
La siguiente etapa es la de HACER, la de poner en práctica todo lo que has aprendido desempeñando una actividad profesional. Independientemente del trabajo y puesto en el que se empiece, es el momento de demostrar al mercado laboral todo lo que puedes aportar. Me he encontrado con algunas personas que son “alumnos profesionales”, enganchan un curso con otro no por necesidad de mejorar en algún área concreta, sino por la comodidad de ocupar su tiempo en una actividad conocida y que han realizado durante años. Recomiendo que se realicen prácticas, que se inicien proyectos profesionales e incluso personales donde aplicar lo aprendido. Te servirá para mostrar lo que vales y como fuente de aprendizaje. Por cierto, me gustaría desde aquí lanzar un mensaje para todos los que ya estamos trabajando, creo que lo que muchos jóvenes necesitan realmente es una oportunidad, permitirles HACER para mostrar lo que pueden hacer. No olvidemos que todos hemos sido becarios que empezamos en nuestra profesión porque alguna empresa no brindó esa oportunidad.
Una vez que nos hemos formado y hemos actuado, será el momento de TENER, de recoger las recompensas de nuestros años de esfuerzo y sacrificio. No esperemos recoger si antes no hemos sembrado, seamos pacientes y mantengamos unas expectativas realistas. Si solicitamos sin haber demostrado, es posible que no recibamos lo que creemos merecer. Cuando se cuestiona el salario de alguien con mucha experiencia, insinuando que quizás su salario es exagerado, conviene poner en perspectiva y analizar lo que ha tenido que trabajar esa persona para llegar hasta ahí (siempre evitando brechas exageradas, claro).
Creo que esta es la dirección y el orden a seguir, pero la velocidad depende de cada uno y de las oportunidades que se presenten. Hay quienes recorren un trayecto en un tiempo determinado y quienes lo hacen a más velocidad. Lo que si considero innegociable es el orden.
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides … desarrollar tu talento y el de tu equipo