¡Créetelo! Cambia tu identidad si quieres cambiar de verdad

En su libro HÁBITOS ATÓMICOS, James Clear nos da una razón sobre porqué a veces resulta tan complicado desarrollar buenos hábitos y fácil repetir los malos a pesar de nuestro esfuerzo y motivación. Nos focalizamos en cambiar lo que no debemos cambiar. Según el autor, existen 3 niveles en el que las mejoras pueden ocurrir: puedes cambiar los RESULTADOS (aquello que obtienes), puedes centrarte en los PROCESOS (cambiar el sistema) o puede modificar tu IDENTIDAD (las creencias sobre quien eres, tu autoconcepto). Si queremos que el cambio se mantenga, debemos revisar en primer lugar nuestra identidad ya que cuando la conducta que no es congruente con el YO (la visión que tenemos de nosotros mismos) no es duradera ni perdura. Cualquiera puede comprometerse a ir al gimnasio o comer de manera saludable unos días a la semana, pero si no cambias el sistema de creencias que hay detrás de la conducta, será muy complicado comprometerse a mantener hábitos a largo plazo. Solo cuando estos cambios forman parte de lo que eres, la mejora se mantiene.

Déjame que te ponga un sencillo ejemplo. Si te pones como objetivo leer un libro, seguro que esforzándote podrás conseguirlo. Pero habrás conseguido eso, un resultado temporal. Si te pido que lo repitas, quizás en esta segunda ocasión no tengas tanta motivación o le des prioridad a otros asuntos. En cambio, si tu identidad cambia, si modificas las creencias que tienes sobre tu mismo y te defines como lector, es muy probable que no te tenga que pedir que leas otro libro porque lo harás casi de forma automática ya que es lo que eres.

La regla expuesta se puede aplicar a todo cambio o mejora que quieras emprender, incluso cuando te propones un nuevo reto como puede ser el de iniciar un proyecto empresarial o liderar un equipo de personas. Conviene que expandas tu autoconcepto y te definas como aquello que quieres (o debes) ser y, a continuación, actuar de manera coherente con tus nuevas creencias. Para dirigir eficazmente a un equipo de personas, empieza definiéndote como líder. Si, sé que dicho así parece algo básico, pero a veces me encuentro con personas que les avergüenza definirse como responsable del área o del departamento. Si eres la persona que coordina su trabajo, eres su líder y esa es tu nueva identidad así que actúa como tal. Toma decisiones, habla con el equipo, reconoce y corrige conductas, diseña el hábito de comunicarte frecuentemente con tu equipo porque eso es lo que hacen los/las líderes y tú eres (lo quieras o no) uno de ello/as. Para lograr la mejor versión de ti mismo, es necesario que revises tus creencias y las actualices y así consolidar tu nueva identidad.

Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides … desarrollar tu talento y el de tu equipo.