El superpoder del líder

Liderar personas es influenciar sobre ellas.  El impacto de un líder sobre el equipo al que dirige es muy alto, así como su capacidad para generar cambios o mantener altos (o bajos) niveles de motivación y rendimiento. Tanto es así que en muchas ocasiones se dice que cuando una persona se marcha de una empresa de forma voluntaria, se marcha del jefe. Este poder puede convertirse en super y aumentar su capacidad de influencia si el líder se hace con tres ingredientes básicos:

SUPERPODER LÍDER = (PODER POSICIONAL + PODER EXPERTO) X PODER CARISMÁTICO

Los 3 poderes son importantes, aunque el CARISMÁTICO es el que realmente marca la diferencia.

• PODER POSICIONAL: Es el que te da el cargo que ocupas en la empresa, tu posición jerárquica en el organigrama. Director de XXX, Jefe de XXX,… Aunque tradicionalmente se suele hablar de forma negativa sobre este poder, desde mi punto de vista creo que estamos ante algo más que un título en la puerta de un despacho o en una tarjeta. Es necesario que exista en cualquier organización para respaldar las decisiones que adopta su líder. Por ejemplo, alguien que ocupa un nuevo puesto de director de un departamento, necesita por parte de la dirección el apoyo formal y claro que indique que están con él y que es la persona adecuada para asumir el reto. Si esto no se produce, la persona deberá echar mano del resto de poderes para suplir la falta de poder posicional. Ocurre que si estos también faltan el problema está servido, puede ocurrir que algunas personas no confíen en el nuevo líder, cuestionen su autoridad y de lugar a una espiral de desconfianza que rompa las relaciones con el equipo y acabe influyendo sobre su rendimiento.
• PODER EXPERTO. Es el que te da el conocimiento y/o experiencia sobre la material del departamento que eres responsable. A diferencia del siguiente poder, el líder puede llegar a desempeñar sus funciones y además hacerlo con relativo éxito aunque no posea un nivel demasiado alto de conocimientos. Sin embargo, contar con él aporta solidez a las decisiones que toma la persona, tanto en lo relativo a la calidad de las mismas como sobre todo a la percepción positiva que el equipo tiene de las acciones que comunica el líder.  De esta forma, los colaboradores confían más en el líder y su compromiso crece al desarrollar la creencia de que “esta persona sabe de lo que está hablando”. Quizás la instrucción sea la misma que la de otros líderes, pero si no son vistos como expertos por su equipo, se pierde credibilidad originando posibles problemas de confianza e incluso de autoridad.
• PODER CARISMÁTICO: Este es el verdaderamente importante, el catalizador del superpoder del liderazgo. Si falta, por mucha posición jerárquica y conocimientos que se tenga, nunca se conseguirá un auténtico liderazgo. El poder CARISMÁTICO se sustenta en las competencias, habilidades para comunicar, influenciar y dirigir equipos eficazmente. Me gustar explicar un concepto interesante acerca de quienes destacan por este poder. Suelen pensar más bien en la abundancia de éxito que en la escasez, por eso su influencia en muchos casos va dirigida a ayudar a otros a crecer y a alcanzar las metas que se hayan establecido. Tiende a manifiestan un interés sincero por las personas y por su desarrollo porque comprenden que su éxito también es el suyo, con lo que se convierten en verdaderos impulsores del crecimiento de las personas.