El líder bisagra o porqué elegir el camino difícil

Aunque una de mis principales áreas de trabajo es ayudar a personas a mejorar la gestión de sus equipos, y este sea un tema que conozco, hablo, investiga, pongo a prueba y mejoro constantemente, tengo que confesarte que no tengo fórmulas mágicas ni atajos para conseguirlo. Liderar no es fácil. 2+2 no siempre son 4 cuando hablamos de personas ya que cada persona es única, con sus propios valores, creencias y pensamientos.

Si a esta dificultad descrita , le sumamos la posición de mando intermedio dentro de la compañía, el reto aumenta notablemente su dificultad. En estos casos, el líder se encuentra en muchas ocasiones entre dos partes con intereses a veces contrarios. Por un lado están los trabajadores a los que coordina y con los que en muchas ocasiones comparte espacio físico, y por otro lado tiene a su superior, Director de Área o Gerente. Esta posición intermedia requiere de una gran capacidad de negociación, persuasión, orientación a los resultados y mucho compromiso. El líder que ocupa este difícil lugar actúa como “bisagra” entre los intereses de una parte y de otra, intentando encontrar esa parte común desde la que alcanzar acuerdos que satisfagan a todos.  No debe olvidar que su obligación es cumplir con la estrategia de la empresa y empujar a su equipo a la consecución de los objetivos, lo que le exigirá seguir las instrucciones que le dan desde arriba, aún sabiendo que esta decisión no será bien acogida por el equipo a su cargo. El mando intermedio debe ser capaz de informar, explicar el propósito de dicha decisión e influenciar hasta conseguir cambiar dicha percepción. Y en esta difícil situación, el mando intermedio puede seguir 3 CAMINOS bien diferentes:

  • EL FÁCIL: Cuando se pone del lado de los trabajadores, comienza a hablar mal de la empresa y les echa a ellos toda la responsabilidad de la decisión. Aquí el mando aparece como una “víctima” más fruto de la “malvada” dirección. Su diálogo podría ser algo así: “es que ya se lo he dicho yo pero ellos solo piensan en sus intereses, como no están aquí con nosotros en primer línea no saben lo difícil que es esto. Debemos hacerlo pero se que es una fastidio”. Mensajes típicos de líderes más paternalistas que les cuesta enfrentarse a su equipo y por evitar el conflicto orienta todas las críticas hacia sus jefes. Además, suelen reflejar baja seguridad en sí mismo para asumir su responsabilidad y tomar decisiones que a veces no gusten.
  • EL EQUIVOCADO: A pesar de conocer las razones de la nueva decisión, no se molesta en compartirlas con el equipo ni dedicar tiempo a explicar en profundidad los motivos de la misma, buscando cambiar percepciones o al menos que estas sean vistas desde otro punto de vista. No lo hacen porque piensa que es una pérdida de tiempo, de forma que suelen acabar enfrentándose al equipo. Como ejemplo de mensaje sería: “esto debéis hacerlo por lo que lo dicen desde arriba y ya está, no hay más que hablar”. Generalmente suele ser muestra de un estilo más autoritario.
  • EL DÍFICIL: No lo que he querido llamar correcto porque aunque lo sea, sin duda lo que más identifica esta manera de actuar es el enorme esfuerzo que implica en ocasiones el defender los intereses y las direcciones de sus superiores ante un audiencia nada receptiva. Lógicamente si observas que la decisión tomada por la dirección (tus jefes) no es correcta, es también tu obligación plantear tus dudas y MEJORAS a esa decisión para que se tengan en cuenta. El fin que persigues no es el de agradar solo a tu equipo, si no por el interés sincero de proponer iniciativas de las que todos salgan beneficiados. Si no se puede cambiar nada, es entonces cuando delante del equipo debes explicar con determinación el cambio, facilitando que sea comprendido por parte de todos y, esto es lo más importante, defendiendo la necesidad de su realización. No estoy pidiendo que te pongas del lado de algo que no estás de acuerdo, pero es una muestra de gran liderazgo si asumes la responsabilidad de tu cargo:” las razones por las cuales debemos cambiar esta forma de trabajar (decisión) son estas,… Entiendo que para vosotros va suponer un gran esfuerzo, pero la empresa necesita de ese esfuerzo si queremos… Confío en vosotros”.

Como leí una vez en las paredes de la cafetería del hospital donde nació mi segundo hijo: “nadie dijo que fuera fácil, aunque seguro que vale la pena“. Esto de liderar no es nada fácil pero estoy convencido que al final valdrán la pena.

Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo!