El otro día leyendo el interesante libro de Chip y Dan Heath Cambia el chip (por cierto muy recomendable), me topé con un manera diferente de explicar un principio que he escuchado varias veces cuando se está hablando sobre como conseguir realmente producir cambios en tu vida y resolver problemas que nos puedan preocupar. Los autores argumentan que existe una asimetría clara entre la magnitud del problema y la magnitud de la solución. Dicho de otra forma, los grandes problemas no se resuelven casi nunca con intervenciones grandes, son mucho más efectivas acciones pequeñas. Son esa secuencia constante de pequeñas acciones ejecutadas durante tiempo prolongado, las que finalmente nos permitirá dar respuesta a ese gran problema.
Esta asimestría la había escuchado antes muchas veces, pero la sencillez con la que se explica de nuevo este concepto me parece interesante. Para alcanzar una nueva meta o resolver un problema, es necesario pensar un plan o crear un proyecto que le de respuesta, para después dividirlo en comportamientos pequeños cuya realización conlleva también un reducido esfuerzo en comparación con otras actuaciones. La facilidad de su puesta en práctica así como el poco tiempo que nos ocupará su ejecución, es lo que garantiza que la vayamos a realizar.
Pongamos un pequeño ejemplo. Una persona recién promocionada a jefe de equipo, se plantea como meta ganarse la confianza de su equipo y establecer una relación positiva y sólida ellos. Se trata de un importante reto a priori nada fácil. ¿Por donde debería empezar?. ¿Qué soluciones podría implantar para dar respuesta a este objetivo?. Lo que debería hacer esta persona sería definir acciones pequeñas que pueda realizar diariamente o con gran frecuencia, empezando por aquellas más sencillas de ejecutar, para posteriormente ir aumentando su dificultad. Primero podría fijar en su agenda tiempo para conversar con cada persona de su equipo, después establecería un guión de los puntos que le gustaría tratar en cada reunión, tras esto realizaría reuniones breves periódicas con cada uno de ellos, después establecería reuniones grupales que sirvan para compartir información con todo el equipo, …
Partiendo de un plan de acción más global, la única manera de garantizarnos que se lleve a cabo es reduciendo ese plan en acciones pequeñas que nos dirijan poco a poco hacia la resolución de un gran problema o a alcanzar una gran meta.
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo!