Una de las circunstancias que más tarde o más temprano viviremos en algún momento de nuestra vida profesional, será la de un cambio de puesto de trabajo. Estadísticas actuales apuntan que experimentaremos más cambios que en ninguna otra época anterior, “el trabajo para toda la vida no existe ni existirá”, algo a lo que deberemos adaptarnos más pronto que tarde. La nueva situación puede implicar un cambio horizontal, es decir, que sigas haciendo las mismas funciones pero en un lugar diferente. O puede suceder que se trate de una promoción vertical que además esta venga asociada el difícil reto de dirigir personas.
En esta ocasión me propongo hablarte sobre cómo debería ser la adaptación a un nuevo puesto en la que a las nuevas tareas, sumamos la responsabilidad de liderar a otros. Procedas de la misma empresa y hayas ascendido verticalmente, o vengas de otra, tanto en un caso como en otro es conveniente mantener un adecuado equilibrio entre el MANTENER y el HACER, entre dejar las cosas más o menos como están o introducir cambios fruto de tu nuevo estilo de gestión. Es innegable que tu comportamiento va a depender de la situación que viva la empresa o departamento, no es lo mismo incorporarse a un área en la que todo va bien, que hacerlo a una compañía en crisis. Tampoco será lo mismo tener un equipo motivado, preparado y dispuestos a aceptar el cambio, que hacerlo en un lugar donde prima la falta de compromiso, no se cuenta con las personas adecuadas y además no “ven con muy buenos ojos” al nuevo jefe, ya sea porque algunos de ellos eran competidores por el mismo puesto que ocupas (¡CUIDADO!), o porque la relación con el anterior responsable era muy buena y los motivos del cambio no los han terminado de comprender y aceptar.
Los expertos indican que se necesitan aproximadamente unos 90 días para hacerse con el nuevo puesto. De nuevo es una cifra orientativa, seguro que hay personas que tardan menos aunque no creo que más. 3 meses es un plazo más que razonable para adaptare al nuevo puesto y que el equipo también se adapte a ti. Esta transición puede suponer un obstáculo difícil de superar, por este motivo te propongo una serie de consejos breves que seguro te ayudan en el cambio:
- EXPLICAR CLARAMENTE RAZONES DEL CAMBIO: A veces esto no depende de ti, más bien del anterior jefe o de la persona que ha tomado la decisión. Tanto en un caso como en otro, es necesario que se comparta de forma transparente y clara información sobre los motivos reales del cambio para evitar interpretaciones y juicios de valor negativos o simplemente equivocados.
- APOYAR AL NUEVO: Este es el último punto que tampoco depende al completo de ti aunque puedas solicitarlo una vez incorporado. Hablo de recibir el apoyo formal de la empresa, comunicando las bondades de la decisión, explicando las fortalezas que tienes y lo que se espera que aportes al equipo. No se trata de un discurso extenso, más bien una comunicación que sea también transparente y clara, dirigida a quienes van a ser tus colaboradores y en la que se informe sobre todo de los motivos por los cuales eres el “elegido”. Eso sí, es aconsejable que sea formal como he dicho antes, otorgándole la importancia que merece.
- SE CONSCIENTE QUE AHORA DEBES TOMAR NUEVAS Y DIFERENTES DECISIONES: Como decía Spiderman, “un gran poder implica una gran responsabilidad”, “un nuevo puesto implica una nueva y mayor responsabilidad”. En muchas ocasiones estos cambios implican tomar otro tipo de decisiones. Si se trata de una promoción, pasamos de poner el foco en el día a día más operativo, para quizás pensar de manera más estratégica. Si en cambio vienes de otra empresa, como verás en el siguiente punto siempre, es bueno conocer como se toman las decisiones allí, quienes son las personas influyentes que es necesario conocer, y cuáles son procesos de trabajo críticos de la empresa que te afectan.
- CONOCE – APRENDE: Sin lugar a dudas sería el más importante de todos los consejos. Antes de hacer, aunque te exijan actuar rápido y reconozcas dicha necesidad, párate a observar, preguntar, aprender la cultura, valores, conoce al equipo que vas a dirigir, el producto y mercado si lo desconoces,…. Es importante no solo conocer el estado actual de las cosas, también el pasado, de donde se viene. Gracias a esta información tendrás una visión global del entorno que te ayudará tomar mejores decisiones.
- PERSONALIZA TU ACTUACIÓN: Quizás vengas al nuevo puesto con “tu respuesta”, lo que ya has llevado a la práctica en otros lugares con buenos resultados o que has estudiado como la mejor opción a realizar. Incluso es posible que tu anterior jefe lo haya hecho contigo y piensas que sería bueno seguir sus pasos aplicando la misma receta en esta situación que valoras como similar. Puede que sirva y obtengas los resultados esperados, pero existen muchas posibilidades que no sea así. Aunque existen buenas prácticas comunes a diferentes entornos y personas, en este blog intento compartir contigo algunas de estas claves, siempre es recomendable personalizarlas a la empresa, cultura, personas y momento. No se trata de rechazar tus valores ni estilo de comportamiento si no de adaptarlos, adecuarlos lo máximo posible gracias a la información previa que has recabado (punto 4). En esta ocasión si que el “orden de los factores altera al producto. Primero se conoce, luego se actúa.
- VICTORIA INICIAL: Existe el riesgo de que ese periodo de aprendizaje necesario pueda ser confundido por algunas personas por inacción. Para evitar malentendidos, siempre es aconsejable no tardar demasiado, primeros 30 días, en tomar una decisión propia que el equipo y empresa perciba como iniciativa tuya. No debe ser una actuación expeditiva ni ambiciosa, pero si lo suficientemente visible para que nadie dude que la has tomado tú.
- EQUILIBRA EL MANTENER Y EL HACER: Mantén ese equilibrio que he apuntado antes entre MANTENER y HACER, al menos durante los primeros 90 días. Pasado ese tiempo el conocimiento mutuo te permitirá disponer de cierto margen para llevar a cabo actuaciones más ambiciosas, es el momento de hacer más cosas imprimiendo tu nuevo sello. Al fin y al cabo tampoco se trata de ser un clon total de anterior jefe por muy bien que fueran las cosas en la anterior etapa.
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo!