Decidir es fácil, decidir bien no. Nadie nos enseña a tomar decisiones de forma planificada, simplemente las tomamos a veces por rutina, inercia u obligación. La gravedad del asunto aumenta cuando se es consciente de la importancia de nuestras decisiones y las consecuencias de las mismas. Se puede afirmar con rotundidad que nuestra historia es la historia de las decisiones tomadas y sus consecuencias, que nuestro futuro lo forjamos de acuerdo a las que todavía no hemos adoptado, y que al final “cada uno es lo que decide ser”·. En el ámbito organizacional se trata sin duda del hábito más importante, ya que un profesional o directivo es en la medida de lo que decide.
La clave para aumentar las posibilidades de acertar, sin reducir por supuesto el riesgo de equivocarse, pasa por seguir un proceso sistemático donde se combatan los principales 4 errores en la resolución de problemas:
ERROR 1: Ocuparse de los síntomas en vez de atacar las “causas originales”. Cuando se combaten los síntomas, sólo se está poniendo un parche; los viejos síntomas reaparecen o surgen nuevos, y vuelve el mismo viejo problema. Otro aspecto a tener en cuenta en relación a las consecuencias de una decisión es que debemos a veces alejarnos del corto plazo para analizar las decisiones desde un punto de vista más estratégico, a largo plazo. El futuro acabará llegando, por lo que la decisión que adoptas ahora influirá en un momento u otro.
ERROR 2: Tomar decisiones de manera rutinaria, sin seguir un proceso lógico y racional de planificación (según una encuesta, muchos directivos afirman que el 95% de las decisiones que toman son rutinarias,… pero y el restante 5%…).
ERROR 3: Plantearnos solo un escenario posible. Los seres humanos preferimos la seguridad de lo conocido, de lo probable aunque sea una creencia. Esta “falsa seguridad” es cómoda, la incertidumbre nos inquieta por eso tendemos a quedarnos solo con unas posibles consecuencias.
ERROR 4: Dejarse llevar (SOLO) por los extremos, olvidando esos matices intermedios que amplían el rango de opciones posibles.
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo!