Quien me conoce sabe que tengo otra vida. Como cualquier persona tengo un lado oculto que a veces muestro y que otras, de acuerdo al contexto, mantengo más en el anonimato. Creo que es momento de decirlo… ¡soy un loco del basket!. : ) He jugado y sigo haciéndolo, gran parte de mis amigos proceden de él, he estado vinculado en la gestión de clubs pero sobre todo, me encanta. La palabra “friki” perfectamente creo que me define en este ámbito.
Hago esta introducción simplemente para utilizar como metáfora el deporte y más concretamente el que me encanta, para hablar de un tema muy importante para el desarrollo profesional y personal de cualquier ser humano. En el baloncesto, como en cualquier otra disciplina, muchos jóvenes fantasean con ser una gran estrella de la NBA, soñamos con algún día poder jugar con los mejores sea en EEUU o en Europa. Ocurre, sin embargo, que en muchos casos no se cumple ese sueño. Hay que asumirlo, yo ya lo he hecho : ).
Además de necesitar destacadas capacidades físicas , esto es innegable, también se hace necesario un cambio de paradigma. Muchos nos enamoramos del resultado, de esa imagen idílica tuya jugando en grandes pabellones, admirados por muchos, con los mejores jugadores del mundo. Eso es importante para saber que queremos, pero si realmente queremos alcanzar grandes metas es OBLIGATORIO que nos enamoremos también del proceso, del camino que debemos recorrer para llegar hasta allí. Queremos la recompensa, pero no el esfuerzo. Nos enamoramos de la victoria pero no de la lucha.
La vida no funciona así. Lo que eres se define por lo que estás dispuesto a luchar, del trabajo que te comprometes a invertir en este proyecto, objetivo o meta. Estemos hablando de jugar al baloncesto, correr 100 kms o hacer crecer tu empresa. Recuerda que…
“Nuestras luchas determinan nuestro éxito”
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo