Hace unos meses un destacado directivo de una importante empresa nacional me relataba como había sido su trayectoria profesional desde sus primeras experiencias laborales hasta llegar al puesto que en ese momento ocupaba. Hablaba con afecto de cada compañía en la que había trabajado, de todas ellas aprendió algo que le ayudó a seguir creciendo y mejorando sus competencias. Incluso de aquellas en las que no compartía al 100% su cultura o su manera de trabajar, en esas había aprendido como no se han de hacer las cosas, lo que también esto es una enseñanza.
En una de esas organizaciones con las mantenía más diferencias que similitudes aprendió algo muy valioso. Cuando por la circunstancia que fuera un empleado no funcionaba como se esperaba, no se tardaba mucho en perder la paciencia y desvincularlo de la compañía. El despido resultaba demasiado “gratuito”. Además, cuando se adoptaba esta decisión se ponía el foco en el trabajador, “seguro que algo habrá hecho”.
Cuando dejó esa empresa, no tardó mucho tiempo en hacerlo, este directivo inició un nuevo proyecto en otro lugar donde la cultura era muy distinta. Se cuidaba al empleado apostando por su formación y desarrollo. Se creía firmemente en que los empleados, en su gran mayoría, desean hacer bien su trabajo y era obligación de la organización y de sus líderes ayudarles a seguir mejorando y creciendo. Empujarles a alcanzar el rendimiento que se espera de ellos era una prioridad a la que se dedicaba tiempo y esfuerzo. A veces era inevitable que algún trabajador dejará la compañía, forma parte del mundo empresarial, pero en estos casos se adoptaba la decisión tras gastar otras alternativas, como última o de las últimas opciones. A diferencia de la otra organización, cuando esto ocurría se ponía el foco en el líder: “¿realmente ha hecho todo lo posible para que el trabajador obtuviera el rendimiento esperado?”. Me decía, y no le faltaba razón, que esta manera diferente de entender el despido describía mejor la cultura de una empresa que cualquier texto recogido en su web corporativa.Este directivo estaba mucho más cómodo en la segunda organización, compartía con ella la visión sobre cuál debe ser el rol de un líder en la relación con su equipo. ¿Y tú?, ¿con qué empresa te identificas más?”.
Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides …¡desarrollar tu talento y el de tu equipo