3 claves para diseñar un Plan de Desarrollo Profesional

Me gusta decir a mis alumnos de la universidad que no existen carreras/formaciones sin salida (laboral), sino personas sin salida. Como casi todo en la vida, sobre el trabajo y esfuerzo de cada uno recae gran parte de la responsabilidad de alcanzar la meta. También es cierto que con ello no es suficiente, la búsqueda de un empleo depende de las oportunidades que se presenten, pero incluso aquí hay quienes las buscan y otras que esperan que se las den.

Nos encontremos en un momento u otro de nuestra carrera , existen una serie de elementos a los que debemos prestar atención si queremos impulsar nuestro desarrollo profesional. Se trata de la siguiente fórmula:

  • Objetivos (O)
  • Autoconfianza (A)
  • Locus de Control Interno (LCI).

Plan Desarrollo Profesional = (Objetivos + Autoconfianza) x Locus de control Interno

Sobre los objetivos mucho se ha hablado y se sigue haciendo. No hay libro de autoayuda que no insista en la importancia de marcarse unas metas. Saber donde estás y a donde quieres ir, teniendo en cuenta las acciones y recursos que se necesitan para alcanzar el destino, ayudan a focalizar energía y el tiempo. Si no lo haces, puede que sean otros quienes actúen por ti. No es lo mismo moverse que avanzar, los días pasan y puede ocurrir que ese movimiento no te lleve al lugar deseado.


Si sé donde quiero ir, el siguiente paso es creer que puedo llegar . Si no confío en mis capacidades es probable que no lo intente. El prestigioso psicólogo Albert Bandura define la autoconfianza como la percepción que tenemos acerca de la posibilidad de alcanzar una meta. No basta con creer, se necesita acción. Como dice Anxo Pérez en su libro La inteligencia del éxitoconfiar solo en la fe es superstición, confiar en nuestro plan es autoconfianza”.


Las dos partes explicadas suman, pero se multiplican por el Locus de Control Interno. Sin necesidad de ponerse muy técnicos se refiere a la creencia de que lo que nos pasa está influido por nuestras acciones, qué conseguir un objetivo dependerá en gran parte de nosotros y no de factores externos (suerte, la sociedad, políticos,…). A veces es bueno para nuestra autoestima darse un respiro y no machacarse por aquellos planes que no han salido como esperábamos, pero debe ser la excepción y no la regla. Cuando piensas que tu futuro no depende de ti, puedes caer en una improductiva actitud victimista y pasiva.


Para terminar, voy a explicar la fórmula con un ejemplo. Pensemos en un alumno que acaba de finalizar sus estudios y se lanza al mercado laboral. Lo primero que debería hacer es fijarse unos objetivos, que tipo de trabajo le gustaría desempeñar y en qué empresa o sector. Después debe analizar su situación y diseñar un plan para llegar hasta allí confiando en sus capacidades para asumir dicho puesto y para superar las pruebas de selección a las que será sometido cuando llegue el momento. Iniciado su plan, puede que tarden más de lo esperado en llamarle, la situación es complicada, pero aún así sigue intentándolo ya que sabe que las probabilidades de éxito aumenta en la misma proporción que las veces que lo intenta.

Gracias por tu tiempo, lo más valioso que tienes, y no olvides … desarrollar tu talento y el de tu equipo